martes, octubre 02, 2007

Breisach, Colmar y Strasbourg

No sé que tan alemana será la tradición, o será específica de algunos grupos de trbajo, como por ejemplo el de Uli. Pero es una tradición que me encantaría se adoptará en muchos países, especialmente aquellos en los que yo esté, lo cual no indica que no ocurra en otro lados como casos esporádicos. Consiste en que cada año el grupo de trabajo organiza un paseo, a una región diferente del país para hacer algunas salidas de campo a recorrer la zona, presentan el estado de los trabajos que llevan a cabo para ver que tanto han progresado y como pueden los demás aportar nuevas ideas a lo que los demás llevan a cabo, por supuesto el paseo incluye algo de turismo y de la siempre y nunca bien ponderada tradición de tomar cerveza.

Lastimosamente no todos los miembros del grupo fueron al paseo, estuvimos Uli, Björn, Gregor, Birgit, Jens, Sonja y Roswitha… a casi me olvido y yo. Fuimos como les habia pmencionado la vez pasada a la ciudad de Breisach, fronteriza con Francia, de hecho a solo un puente de distancia de Francia, donde ha poco de cruzar el puente se encontraba la ciudad de Colmar.

El viaje de ida lo hicimos en una furgoneta de la universidad, de las clásicas Volkswagen, además Björn, que debía devolverse antes que el resto del grupo llevó su propio automóvil. Nadie sabia exactamente en que lugar quedaba el albergue juvenil al que ibamos, por lo que se imprimió un mapa de google maps, donde indican el camino a la perfección, y para cada paso aparece una explicación de donde voltear, si es a la izquierda o a la derecha, si se debe tomar el redondel, curvar en U, o lo que sea que haya que hacer. Pues bien, Uli manejaba y yo era el copiloto, así que me encargaron a mi el mapa, y la dirección del camino. Creo que se me olvidó decirles el mapa y las instrucciones estaban en alemán. Pero no se preocupen demasiado llegamos al lugar sin ningún tipo de contratiempos, parece que me llevo bien con los mapas.

Estuvimos en un Albergue Juvenil o sitio de encuentro de jóvenes o Youth Hostal de Breisach am Rhein, (lo último solamente indica que la ciudad está a lado del río Rhein o Rin). Definitivamente ese lugar es digno de los alemanes, ya que les organizan el día completo a los jóvenes, que como nosotros, vamos a pasar unos días a ese lugar, debo reconocer que nosotros estábamos un poco pasaditos de años, pero eso no quita que sigamos siendo jóvenes de corazón y además estudiantes.

Al jefe de cada grupo le entregan las llaves que se puedan llegar a necesitar, dos de cada uno de los cuartos, una de la entrada principal del hostal, una de la puerta de acceso a la zona de habitaciones, una del cuarto de conferencias destinado para nuestro grupo, y una del cuarto de juegos, bebidas y demás. Uli siempre iba argado con todas las llaves, excepto una de cada cuarto, pero fue suficiente para que se ganara el apodo de el "Key master ", recordando al personaje de Matrix reloaded, que al principio se suponía era un ser super especial, con un montón de poderes y que conocía muchos secretos y finalmente era un simple personaje que tenía era un montón de llaves que habrían paso eso sí, a cualquier lugar imaginable.Al llegar no fuimos a las habitaciones, nos instalamos en la sala de conferencias, dejamos todo nuestro equipaje ahí, y salimos a almorzar a orillas del Rin, los sánduches ensaladas, bebidas y demás alimentos que llevamos para tal fin desde Darmstadt. Al terminar de alimentarnos fuimos a caminar por los bosques de los alrededores, ellos conversando un poco de todo, yo tomando fotografías. Posteriormente regresamos a la hostal y empezamos a trabajar en la sala de conferencias. Cuarto para las seis, nos interrumpieron y nos dijeron que ya podíamos proceder a pasar a nuestras habitaciones, antes de la escalera se encontraban juegos de sábanas, cubre almohadas y cubre colchas para cada uno. Al subir cada uno debía tomar una y colocarla en su cama y almohada. Entre los 8, teníamos dos habitaciones, en uno los cinco hombres y quedaba un puesto de litera libre, y en la de mujeres, pues las tres mujeres. Arreglamos las camas, y cuando me disponía a recostarme un momento nos dijeron en cinco minutos estará lista su bandeja de la comida. Así que presurosos volvimos a bajar, y en la entrada de nuestra sala de conferencias acababan de colocar un carrito con nuestra comida, incluyendo una bandeja con comida para vegetarianos, eso sí, nunca preguntaron si había algún vegetariano. Pero bueno Birgit, que es la más joven de nuestro grupo (25 años), no puede comer harinas así que le cayó de perlas, claro que ellos ya sabían que sería así, para mi era para el único que todo aquello era novedad. Cenamos encerrados en nuestra sala de conferencias, pero cada vez que queríamos podíamos ir a la cocina y rellenar la bandeja de comida, y vaya que la rellenábamos seguido, y es que Gregor es una máquina de tragar comida, había gente que no había terminado la ensalada, y el ya estaba repitiendo el plato fuerte, así que había gente que para poderse servir debía ir a buscar que rellenen la bandeja. Al terminar, colocábamos todo en el carrito y dos voluntarios secábamos los platos, sólo secábamos por que la lavada la hacía una máquina lavaplatos gigantesca, con agua caliente a presión, que en un momento sacaba todos los platos limpios y supercalientes así que nos quemábamos las manos durante el proceso.En el desayuno el asunto "parecía similar", se servía en un horario específico y nunca por fuera de él y al llegar a la sala de conferencias me encontré con un carrito donde había pan, queso, jamón, salami, fruta, un chocolate y extrañamente unas bolsas de papel. En el comedor principal, té, café, cereal, leche, yogurt, mantequilla, mermeladas de distintos sabores, nutella y más pan, queso, jamón, etc… Y cuando me disponía a prepararme un sánduche con los elementos de la bandeja me detuvieron, me dijeron que eso era para el almuerzo. ¿???????. Así que hice lo que todo el tiempo hago, ver lo que hace el primero y hacer lo mismo. Desayune con lo que había en el comedor principal, y como raro el primero en terminar, luego de tres repeticiones fue Gregor, y empezó a prepararse un sánduche con el material de la bandeja, yo estaba muy atento, no sabía que hacía si infringía el que era para el almuerzo o que. Se preparó tres sánduches, completándolos con ingredientes del comedor principal, tomo fruta y un chocolate y los guardó en una de esas misteriosas bolsas de papel, y el misterio fue resuelto, nosotros no pagamos almuerzo completo, así que podíamos prepararnos sánduches para el almuerzo con todo eso.

La jornada de trabajo del sábado, incluyó algunso trabajos por la mañana, y por la tarde fue recorriendo las zonas aledañas a Breisach buscando saltamontes, escarabajos y mantis. Todo el tiempo se podía ver rodeándonos hectáreas de viñedos y de gente recorriendo los mismos senderos que nosotros, gentes de todas las edades y siempre se quedaban mirando que hacíamos persiguiendo saltamontes u otros para ellos curiosos animales.

Breisach la recorrimos por la noche, por lo que no pude tomar muy buenas fotos ya que no tenía mi trípode para tomar buenas fotos nocturnas. El domingo debíamos entregar la habitación antes de las 9y30 de la mañana así que desayunamos, entregamos las habitaciones y cruzamos la frontera franco-alemana fuimos a caminar Colmar y Strasburgo, a comer una verdadera Croissant francesa y mirar las catedrales de cada ciudad, bastante similares pero claro, como Strasburgo es una ciudad más grande tiene una catedral más impactante y colosal.

En las ciudades francesas, tal vez por ser domingo lo que hacía más visitada la ciudad, especialmente el centro se presenciaba el encuentro de mil culturas, ya que podías ver un montón de orientales tomando fotografía por todos lados, veías alemanes tomando fotografías por todos lados, franceses de otras regiones tomando fotografías por todos lados, un ecuatoriano tomando fotografías por todos lados, escuchabas gente hablando español, japonés, italiano, francés, alemán y muchos otros que de pronto eran árabe o croata y yo no identificaba y asumía era alemán.

Algo interesante que nos sucedió en Strasburgo, estábamos buscando un lugar para almorzar los sánduches que nos preparamos y vimos unos asientos junto al río, debíamos bajar unas escaleras, así que bajamos pero el olor no nos permitió almorzar ahí, así que decidimos ir hasta la catedral, y en lugar de subir por las mismas escaleras, decidimos caminar junto al río para subir por una siguiente escalera, pero avanzamos mucho y había dos tipos de puente unos que iniciaba en un nivel superior a aquel en que nos encontrábamos, seguramente para la época de lluvias en que se crece el río. Y el otro tipo de escaleras, escaleras completamente verticales como las de una resbaladera. Ahí empezaron a decir todos los alemanes que me acompañaban, en un solo lugar descubriste dos cosas que nos diferencian de los franceses uno, son más cochinos y ensucian más su ciudad y son más complicados para hacer las cosas. Uli mencionaba que el principal problema de sus puentes era que eran completamente discriminatorios para las personas que requieran normalmente de rampas para movilizarse, era imposible descender para ellos.

La próxima semana viajo a Stuttgart a visitar a unos amigos de mi hermano, veamos como me va el próximo fin de semana. En esta me fue muy bien.


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Paul





"El que no ha salido jamás de su país está lleno de prejuicios" Carlo Goldoni (1707-1793) Dramaturgo italiano.

"No se viaja para ir a ninguna parte, sino para ir" Robert Louis Stevenson (1850-1894) Escritor británico.

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