martes, octubre 30, 2007

El día que me perdí

Tratando de conocer un poco más de la ciudad, no siempre tomo la misma ruta de camino a mi casa o a la universidad. Un día quise pasar por la oficina de asuntos internacionales, en la que tienen un listado de las actividades a realizarse en la universidad relacionadas con el intercambio cultural entre las personas de los distintos países. Pues bien al salir de la oficina, sin realmente haber conseguido la información que buscaba por que la persona encargada estaba ausente me fui a mi oficina en la Universidad, pero claro, ya que estaba en un sitio nuevo de la ciudad decidí no devolverme por el mismo lugar por el que vine, así que tomé camino por nuevas calles, traté de identificar donde me encontraba con relación a la U para no desviarme y demorarme tanto.

Trataba y trataba de ubicarme, mientras caminaba pero nada que lo lograba, empecé a desviarme demasiado, o eso pensaba, cuando inicié a subir una cima que la verdad no recordaba haber visto desde los demás lugares que conocía. Al llegar a lo alto de la colina, traté de encontrar el obelisco en el centro de la ciudad, y nada no pude verlo, sa era la señal que me habían ddo para nunca perderme. Traté de ubicar alguna de las otras edificaciones que reconocía pero había tantos árboles por todos lados, que en ninguna dirección tenía buena visibilidad, así que opté por seguir caminando.

Vi un parque por el que varias personas estaban ingresando y otras iban saliendo, así que me decidí a entrar, pero no lo pude hacer, justo antes de la entrada voltié la vista hacia mi izquierda y lo ví. Era una especie de torre, en cuya cima había algo parecido a los 5 dedos de una mano. Como cargaba mi cámara decidí ir a tomar una fotografía, pero como no veía toda la torre, decidí rodear un muro que me tapaba la vista y buscar un mejor ángulo para la foto. La primera foto fue con lo que me enontré.

El lugar es conocido como el Mathildenhöhe, que traduce algo así como las Alturas de Mathilde, pero en realidad es la colonia de artista de Darmstadt, en esta zona viven y trabajan los más renombrados artistas de la ciudad, y varios de la región. La torre que alcancé a ver se llama Hochzeitsturm, que traduce "La torre de bodas". Y varias de las demás edificaciones que se ven en esas fotos son Ausstellungsgebäude o "Casas de Exposiciones".

Me recorrí toda la zona y pude tomar un montón de fotos, de varios jardines, esculturas, fuentes. Me encontré con hermosas residencias, que luego supe eran las casas de los artistas. Y cuando pensé que había tomado fotos suficientes y podía continuar mi camino hacia mi oficina, me dí cuenta que seguía sin saber en donde me encontraba. Vi el camino inicial que iba a tomar así que vi a donde se diriguía y lo tomé, caminé como tres cuadras y llegué a una calle conocida, claro que tarde un momento en darme cuenta, lo hice mientras detallé la calle al esperar que el semáforo cambiara de color, sin haber torcido mi dirección acababa de interceptar mi camino habitual de todos los días.

La salvada en el baño

Con el horario en los centros comerciales son muy estrictos, a las 8 de la noche ya han cerrado todos los locales, pero bueno en estos días el REWE, (para que me entiendan mejor, el Supermaxi en Ecuador, la Olímpica en Colombia o el LIDER o el UNIMARC en Chile) ampliaron su horario hasta las 9 de la noche. Por lo que opté por ir a hacer unas compras a las prácticamente 8 de la noche, decidí pasar por el Toillette, o como diríamos nosotros, por el baño. Entré cuando la señora que está siempre en la puerta estaba haciendo aseo. Entré normalmente, y de pronto alguien dijo algo, claro en alemán, yo simplemente dije "JA" en voz alta, la persona dijo algo de la hora y algo más, que qué dijo, a mi que registren y me torturen, pero no se los podré decir, por que no entendí. Salí al poco rato del baño, y cuando lo hice se acercó a las puertas de los baños y volvió a gritar lo que al principio. Al no escuchar respuesta cerró las puertas de los baños, apagó las luces, puso una cadena, recogió las monedas del plato para propinas, en la que acaba de colocar 50 centavos de euro, y cerró los baños. Alguien que se quedara encerrado podría perfectamente no ser escuchado, ya que entre los baños y la salida hay un corredor de como 50 metros, y al final un ventanal bastante grueso, sumenle a eso las puertas de acero en los baños. Así que como diría mi hermano "Te salvaste gallito" por un "JA".

La celebración al doctor

Una tradición interesante acá en Alemania, es que al estudiante de doctorado que acaba de defender su tesis, y por lo tanto acaba de graduarse de doctor le hacen una ceremonia especial, después del brindis con champaña y los abrazos, que perdonenme pero más que de felicitación parecían de velorio, con algunas contadas excepciones de personas más efusivas, procedimos a ir todos a las afueras del edificio donde nos esperaba un automovil Mercedes Benz especialmente diseñado para el doctor, con su música favorita, adornos especialmente a su gusto y todo lo demás. Se subió a su automóvil, empezó a tomarse una cerveza, y todos lo seguimos a pie en el trayecto al "Botanischer Garten" o Jardín Botánico. Ahí le tocó treparse sobre el auto para tomar un sombrero tambien especialmente diseñado para él. Se lo colocó en la cabeza y continuó tomando cerveza mientras conducía de regreso a la comida que se le ofrecería. Aquí unas fotos de la ceremonia.


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Paul

"¡He perdido mi gotita de rocío!, dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas. "

Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor
indio.
















"Cambia. Pero empieza poco a poco, porque la dirección es más importante que la velocidad. Siéntate en otra silla, al otro lado de la mesa. Más adelante, cambia de mesa. Cuando salgas, procura andar por el otro lado de la calle. Después cambia el camino, anda tranquilamente por otras calles, observando con atención los lugares por donde pasa. Toma otros autobuses. Cambia por un tiempo el estilo de las ropas; da los zapatos viejos y procura andar descalzo durante algunos días, aunque sea dentro de casa. Dedica una tarde entera a pasear libremente, oír el canto de los pájaros o el ruido de los coches, Abre y cierra los cajones y puertas con la mano izquierda."
Paulo Coelho - El Guerrero de la Luz Online

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