miércoles, diciembre 20, 2006

Feliz Navidad

Por alguna razón, estos tiempos de finales de año
siempre son de reflexión, de compartir en familia,
o de extrañar más a la familia lejana, pensándola,
disimulando la distancia con los amigos cercanos.

Visitar a la familia, significa, en muchas ocasiones
alejarse un poco de los amigos más cotidianos,
a la larga resulta muy difícil estar con todos a la vez,
lo cual no significa que nuestro mensaje no los alcance.

Sea cual sea tu situación, con familia, con amigos, todos
te deseo puedas disfrutar a los que tengas más cerca,
y recuerdes a los que están lejos, y si es posible,
mándale un correo a uno, llama a otro, regálale a un tercero.

No se puede contactar o pensar en todos los que han sido,
pero lo que hagas por los cercanos, o los pocos que contactes,
lo podrás dedicar a todos, así que solamente recuerda,
si los cercanos te ofenden, no te enojes, seguro extrañan a alguien.

Y recuerden, cuando disfruten la cena navideña, si rezan la novena,
si asisten a la misa de gallo, si organizan un reparto de presentes,
cuando escuchen o canten los villancicos, cuando vean a Papa Noel,
cuando abracen a alguien o extrañen a alguien, piensen en mi.

Jajajaja!! Feliz Navidad!!

Paúl


martes, diciembre 19, 2006

Historias de Viajes

Que soy una nenita llorona, que eso me vive pasando todo el tiempo, si lo sé, y la verdad no me importa!

Este es un email que le escribí a unos amigos el 23 de diciembre de 2004.


Ana, Bibi, Fredy “Jojoy”, Mafe y Tigre un saludo a todos ustedes desde aquí, Quito. Donde ya me encuentro desde anoche. Llegué a mi ciudad a las 5 y 40 de la tarde, 5 minutos antes de lo previsto. ¿qué como estuvo el viaje? Pues debo decir sencillamente que bien.

Empecé el día levantándome como a las 8 de la mañana en una calidad mañana en Ibagué, a las nueve y media de la mañana muy presuroso fui al terminal y bajando las escaleras pisé en falso con uno de mis tobillos defectuosos de nacimiento (“el médico de mi colegio me dijo que eran muy delgados para mi altura y para mis largos pies” una carrera en el atletismo frustrada muy pronto, era el más rápido en los 60 metros en mi colegio). Ana me preguntó si estaba bien, yo instintivamente me levanté y dije
que sí. El papá de Ana molestaba con “Bonita forma de bajar las escaleras”.

Conforme pasaba el día me iba doliendo más y más el tobillo y era más difícil caminar. Me pude quitar el zapato a las siete de la noche ya estando en mi casa, tenía el tobillo del tamaño de mi hombro y una mezcla entre verde y morado. Considerando que no estabas acá Tigre para la respectiva sobada (“no estoy muy seguro de que se escriba así”) tuve que emplear una extraña solución denominada “Liquido Chino”, muy utilizado por los chinos para ese tipo de dolores y por lo tanto por mi familia, llevaba años sin usarla. Estaba tan hinchado que si me hubiera quitado el
zapato antes de terminar el viaje no me lo hubiera podido volver a poner.

En general el viaje hasta Bogotá fue muy rápido, el tráfico estaba pesado pero el conductor iba rápido y era bastante diestro, salimos a las diez en punto como estaba previsto y llegamos al terminal terrestre a la una y cuarto. En donde me demoré fue en la fila para pedir un taxi, estuve haciendo fila cargando mi morral nuevo de 70 litros que pesaba 20 kilos (según la balanza del counter de Avianca) y con el tobillo cada vez doliendo más y yo cada vez más cojo, no podía asentar el pie sin que me
doliera. Jojoy recuerda, debes botar esa maleta cuadrada y toda vieja y rota que dejé en tu caasa encartándote un poquito.

Saben soy enemigo acérrimo del celular o por lo menos lo era, siempre que uno está en una conversación con mas personas suena un celular y se interrumpe la conversa, o durante una película o una comida. Y hoy agradezco en el alma estos días con celular, eso me permitió estar en contacto con ustedes, sobretodo mientras estuve en Bogotá, uno se envicia con esas cosas, y es ahora en este instante que entendí su importancia, es la posibilidad de sentirlos cerca a pesar de la distancia, es una
excelente forma de no sentirse tan sólo. A cada uno le coloque una tonada
diferente (Ana = Caprice; Bibi = Polska; Jojoy = Groovy Blue; Mafe = Nokia Tune;
Tigre = Tap Dance) así sabía quien llamaba. Saben la soledad me ha acompañado por mucho tiempo y sçe que lo seguirá haciendo, es inevitable con mi forma de ser, y ustedes han sido la mejor forma de escaparme un poco de ella. En el aeropuerto Intenté hablar con todos ustedes por celular, pero sólo tuve éxito con dos, a otros dos les dejé un mensaje y a la última una rápida despedida de 52 segundos. Mis últimos segundos antes de entrar al túnel los hice hablando por celular y fue bueno por que entré al avión con un sonrisa en los labios por la que había sido mi última llamada por celular, gracias Bibi, sabes una cosa, necesito volver a leer “Momo”. Sabes Mafe, si hubiéramos hablado te iba a proponer que a cambio de compañía en el aeropuerto por una hora te hubiera entregado mi saco azul de una vez.



Ya en el avión me tocó el asiento 23C, junto a un señor muy humilde y bajito (aproximadamente 1.45 m), viajaba a Riobamba, luego de visitar algún familiar en Colombia, casi no hablamos pero me pidió el esfero y me preguntó para que había que llenar ese formulario que nos acababan de entregar, eran los papeles de migración. Antes de que cerrarán las puertas envié un mensaje de texto a las 3 hermosas niñas que acompañaron mi último semestre; Jojoy y Tigre no se pongan celosos.

Por cierto, a propósito del esfero, al meter mi mano en mi morral (aclaro que no es el nuevo sino el que llevo a la U, aunque este semestre casi no lo usé sino para ir a Taganga), en el bolsillo especialmente diseñado para esferos y que es completamente oscuro introduje mi mano para extraer un esfero y cual no fue mi sorpresa al obtener un guante negro en mi mano resultante de haber hecho contacto con la tinta china negra regada de un estilógrafo que me dio por llevar a Ecuador.

Llegue a mi ciudad, a Quito, al único lugar que alguna vez he considerado mi hogar, todos los demás lugares aunque compartidos con gente a la que quiero muchísimo (unos “léase Tigreros y Fredy” más que otros “léase el resto”) nunca fueron mi hogar (“un lugar al que volvería una y otra vez y encontraría la mayor cantidad de cosas inmutables, casi tal cual como las dejé, como si el tiempo no hubiera pasado”).

Mi familia casi no me reconoce, y es que tengo el pelo un poco más largo a lo habitual. Llegaron sólo mis papas y mi hermana, mi hermano y mi cuñada llegaron más tarde a mi casa, ustedes saben el trabajo.

Les regalé 2 copias del “Atlas Pesquero” a mi familia, y lo contemplaron por largo tiempo, a la larga fue una de las razones por las que estuve alejado de ellos tanto tiempo, de no haber conseguido ese trabajo con el atlas, hace rato mis papás me hubieran obligado a regresar a casa.

Smallville, The O.C., Everwood y The Gilmore Girls, ah y E.R. entraron en étapa de repetición de capítulos, por lo tanto ni siquiera esa compañía tendré por el momento. Sorry, Ana, esta vez no podré grabar nada.

La situación económica en mi país y aquí en mi casa no es la mejor posible, de hecho esta vez yo mismo me pagué el pasaje a Ecuador, parece que la mía es la única economía floreciente en mi casa, curioso considerando que yo soy el único que sigue sus sueños y ellos los que se decidieron por el trabajo que más plata ofrecía.

Saben una cosa, lloré en el avión una vez más, una vez más por que creo que llevó diez años haciéndolo, pero saben una cosa, es la primera vez no lloró por llegar a Quito, esta vez lloré por dejar Colombia (“léase a un grupo de colombianos que llevó en el alma” y a los que les escribo este e mail).

No pido largas respuestas a este mail, pero por favor confírmenme que lo recibieron y lo leyeron, y hablen entre ustedes por e mail para confirmar que el resto lo recibió, que sea una excusa para hablar entre ustedes, no me extrañaría que solo dos de ustedes mantengan permanente contacto.

Los quiero muchísimo y espero todos ustedes tengan una super feliz navidad, rodeados de algunas de las personas que más los quieren a ustedes y que ustedes quieren más.

Paul

domingo, diciembre 17, 2006

Le petit bonhomme en mousse

Los invito a que se rian un poco con esto que he encontrado!

El pequeño hombre de espuma! Simplemente genial, se trata de una transmisión francesa, definitivamente están locos estos franchutes.




Y buscando algo similar, (algo que no consegui) me topé con esto

sábado, diciembre 16, 2006

La Plaza de Caldera



Todo pueblo por grande, pequeño que sea, quede en la montaña, junto al mar o en mitad de un desierto debe procurar que su plaza principal sea muy bonita, luminosa, atraiga la mirada de los visitantes y de los residentes.

Algunos elementos infaltables la iglesia principal, una tienda con muchos teléfonos públicos, tiendas para comer o tomar algo, paraderos de buses o taxis. Caldera, ¡cumple la norma!.

Día de Enero - Shakira

Tal y como la antigua Shakira, la mejor de todas.



Te conocí un día de enero,
con la luna en mi nariz
Y como ví que eras sincero
En tus ojos me perdí

Que torpe distracción
Que dulce sensación

Y ahora que andamos por el mundo
Como Eneas y Benitin
Ya te encontre varios rasguños
Que te hicieron por ahí

Pero mi loco amor
Es tu mejor doctor

Voy a curarte el alma en duelo
Voy a dejarte como nuevo
Y todo va a pasar
Pronto verás el sol brillar

Tú más que nadie mereces ser feliz

Ya vas a ver como van sanando
Poco a poco tus heridas
Ya vas a ver como va
La misma vida a decantar la sal que sobra del mar

Y aunque hayas sido un extranjero
hasta en tu propio país
Si yo te digo ¿como dices tu?
Tu aún dices ¿que decís?
Y lloras de emoción oyendo un bandoneón

Y aunque parezcas despistado con ese caminar pausado
Conozco la razón que hace doler tu corazón
Por eso quise hacerte esta canción

Ya vas a ver como van sanando
Poco a poco tus heridas
Ya vas a ver como va
La misma vida a decantar la sal que sobra del mar

Pedóname Negro Manueeeeeeeeel.

Nota aclaratoria: Este cuento no es invención mía, pero casi lo siento mio. Lo escuche el año 1995 en Bogotá, Colombia, un día martes de cuentería en mi universidad, la Jorge Tadeo Lozano, me fascinó completamente el cuento, lo escuché una sola vez. Mi versión, es fiel a la idea original del cuento, sin embargo, cada vez que la cuento, empleo distintas palabras, ejecuto nuevos gestos, siento nuevas emociones. Por eso, muchas gracias al cuentero original, esta es mi versión.




(Léase con acento costeño)

Cuentan los que cuentos cuentan, que en el pueblo de Quebrada Honda en las noches de luna llena, cuando las parejas de enamorados caminan por la plaza central se escucha un susurro que dice "¡¡Pedóname Negro Manueeeeeeeeel!! ¡Pedóname Negro Manueeeeeeeeel!!".

Y es que cuentan los viejos del pueblo, que hace unos sesenta años ocurrió lo que a continuación les procedo a narrar:

En el pueblo vivía un negro muy famoso, por ser el negro más buen mozo de todo el lugar, todas las negras soñaban con poder conquistarlo algún día, aunque solo fuera por una noche. El Negro Manuel que así era como este negro se llamaba todas las noches acudía al bar de don Filiberto, Tío Fili, para los amigos, se tomaba sus buenos rones, después unos vasos de whisky y cualquier otra cosa, y cuando todo los del bar estaban completamente borrachos el Negro Manuel seguía completamente intacto, como si hubiera bebido únicamente agua.

Entre copa y copa bailaba una canción con alguna afortunada, y es que todas morían por el Negro Manuel, primero por que como decíamos era el más buen mozo, segundo porque era el mejor bailarín de todos, tercero porque como era el que más aguantaba en tragos nadie se metía con él y finalmente por que el negro era como un trofeo, destinado solamente para la negra mas linda del pueblo.

A todas las negras les gustaba el Negro Manuel, incluida la Negra Caridad, que era la negra más fea que te puedas imaginar, era tan fea que el Negro Manuel la veía pasar gritaba:
- Esta Negra Caridad es tan fea, que parece sobreviviente de Hiroshima, es tan fea que cuando un fotógrafo la retrata de medio cuerpo prefiere fotografiarle los pies. Tan pero tan fea que si llega a tener un crío, la partera no necesitara darle una nalgada al negrito, cuando vea a la cosa que va a ser su mama, solitico se echara a llorar.

La Negra Caridad seguía caminando fingiendo no haber escuchado nada, misión muy difícil, por que todo el mundo se reía a carcajadas de cada una de las bromas del Negro Manuel, no se sabe bien si por que disfrutaban de las bromas o para simpatizarle al Negro, lo cierto es que todos se reían y la Negra Caridad aguantándose las ganas de llorar.

- Esta negra si es muy fea, Dios mío, por que no tuviste misericordia con ella, definitivamente con ella se te paso la mano.

Y todos reían, y ella aguantándose el llanto.

El único que criticaba al Negro Manuel por sus insultos para con la Negra Caridad era el Tío Fili:
- No deberías molestar tanto a la Negra Caridad, fíjate que ella es un alma de Dios, todos los días al salir de su casa, va para el asilo de ancianos, del asilo sale directo pal orfanato, luego pal hospital y finalmente pa su casa, donde vive con sus padres; como su nombre lo indica, su vida la dedica a la caridad para los que tienen menos que ella.
- Esta negra parece un excremento de vaca.

Y sin misericordia todos reían, y ella seguía aguantándose el llanto.

Un día un tío del Negro Manuel, enfermo; el negro tardó como cinco días en hacerle la visita. Y cuando llegó se llevó una sorpresa, la Negra Caridad salía del cuarto de su tío, al tiempo que decía:
- Tranquilo don Miguelito, yo mañana cuando regrese le traigo el pastelito. Con su permiso y que se mejore.

Presuroso el Negro Manuel se arrodilló junto a su tío y le preguntó:
- Caramba tío Migue, y que hacía aquí esa negra.
- Pues que iba a hacer aquí, lo mismo que ha hecho toda su vida, visitar a aquellos enfermos a los que nadie visita.
- Discúlpame porfa no haber venido antes pero es que estuve muy ocupado.
- Me imagino bebiendo donde el bueno de Filiberto. Y criticando a cuanto pase por el lugar.
- No me molestes tío, tú sabes que lo hago por alegra un poco la vida.

Esa tarde el Negro Manuel fue nuevamente donde el Tío Fili, y bebió hasta altas horas de la noche y bailó con cuanta negra estaba en el bailadero.

A los dos días regresó donde su tío Migue y se topó nuevamente con la Negra Caridad, pero esta vez la escena la sobrecogió. La Negra Caridad lloraba arrodillada junto a la cama de su tío al tiempo que decía:
- ¿Por qué te moriste Tío Migue, por qué?.
- Tío. Tío. ¿Qué te pasó mi tío querido?- gritó desesperado el Negro Manuel.

Esa misma tarde enterraron al tío Migue, muchos fueron los presentes, muchos fueron los que lo lloraron. Esa tarde el abogado dio a conocer la última voluntad del tío Migue, "Mi única heredera será aquella que me hizo la vida más alegre mis últimos años de vida, visitándome cada vez que me enfermé, acompañándome cada dos días en el asilo, siendo la única que me consentía llevándome pastelitos u otro cariñito. La Negra Caridad. Ruego a mis familiares no oponerse a mi voluntad."

Esa misma noche donde el Tío Fili, en negro Manuel blasfemaba contra la Negra Caridad:
- Claro, esa negra hace todo lo que hace por que de ese modo recoge todas las herencias de esos viejos a los que visita. - Un acento algo perdido se evidenciaba en su tono de voz, el Negro Manuel estaba borracho por primera vez en su vida - Perdóname Tío Migue susurró tan bajito que solo el Tío Fili lo pudo escuchar.
- No digas eso Manuel, es que no sabes que la Negra Caridad donó esta misma tarde toda la herencia de Miguel para el asilo de ancianos y el orfanato.





Desde ese día algo cambió en el Negro Manuel, nunca volvería a ser el de antes. Nadie recuerda un día como aquel, el Negro Manuel completamente ebrio recorría todas las calles gritando:
- Perdóname Tío Migue, perdóname.

Al día siguiente el Negro Manuel se levantó con una tremenda resaca, como nunca en su vida, salió a dar una vuelta para despejar la cabeza, en el camino se cruzó con la Negra Caridad y cuando se iba a acercar para agradecerle por el asunto de su tío, se escuchó un grito atravesando toda la plaza:
- ¡Que fea eres Negra Caridad, que fea!

Toda la plaza estalló en una sola carcajada, la Negra Caridad siguió como si nada hubiera escuchado, el negro Manuel no dijo nada pero miró a la Negra con una tristeza indescriptible esbozada en su rostro.

- No entiendo que me pasa Tío Fili, ya no me agrada que se mofen de la Negra Caridad, es más ahora me enoja cualquier crítica contra ella, a fin de cuentas no es tan fea.
- Tranquilo mi negro, ya lo entenderás.

Salió muy temprano de donde el Tío Fili esa noche y al salir ya algo tambaleante se cruzó con que la Negra Caridad salía del Hospital, la miró, ella lo miró, sus miradas se cruzaron, brillaron, él iba a agradecerle lo de su tío:
- Negra... - fue interrumpido por la Negra.
- No digas nada negro, no te sigas burlando de mí, las ofensas de todo el mundo me resbalan, las tuyas me duelen en lo más profundo del alma.

El Negro Manuel guardó silencio total.

- Qué me pasa Tío Fili, ayer no pude articular palabra frente a la Negra Caridad para explicarle que no me iba a burlar de ella.
- Solamente mi negro, pasa que te estás enamorando de la Negra Caridad.
- De verdad lo cree Tío Fili, la verdad la admiro mucho, porque es la única que piensa en los demás y más importante hace algo por ellos.

Pasaban los días y cada vez se convencía más el Negro Manuel que se estaba enamorando de la Negra Caridad, todo el día pensaba en ella.

- Cuéntame Tío Fili, cómo puedo ganarme el corazón de la Negra caridad si cada vez que me acerco a ella, ella jura que me voy a burlar de ella.
- Yo no sé mucho de esas cosas mi negro, pero existen dos formas de ganarse el corazón de una mujer; primero demostrarle que todas las cosas que a ella le gustan a ti también y segundo ganándose el corazón de sus padres.

Esa misma tarde a la casa de la Negra Caridad llegaron una caja llena de botellas de ron y un radio, un lujo que pocos tenían en esa época. Iban dirigidos a los papás de la Negra caridad, con una nota que decía "Deseo solicitar la mano de su hija Caridad, lo acompaño de unos presentes para ustedes".

Al día siguiente, muy temprano el Negro Manuel se apostó en la entrada de la casa de la Negra Caridad, para esperar que iniciara su rutina de todos los días. Cuando la vio salir le cerró el paso y le dijo:
- ¿Puedo acompañarte?
- Justo a usted lo quería ver, deje de burlarse de mí por favor, mis padres andan todo alborotados contándole a todo el mundo que el Negro Manuel, el más famoso de todo el pueblo quiere desposar a su hija, andan todo orgullosos, deje de jugar con los sentimientos de la gente, déjeme tranquila.
- Mi negra, mi deseo de casarme contigo es el más sincero y el más puro que haya tenido desde que tengo uso de razón.
- Lárguese, deje de molestarme.
- Comprendo que no me creas, pero de todas formas te acompañaré.
- Déjeme sola, lárguese, por favor, o voy a gritar para que me ayuden.
- Todos me respetan mucho, es más me temen, nadie te ayudará.
- Lárguese.
- No solo no me largaré sino que te seguiré a donde vayas.

Y entre el dicho y el hecho esta vez no hubo mucho trecho, por que el Negro Manuel acompañó durante todo el día a la Negra Caridad, primero al asilo, del asilo al orfanato, del orfanato al hospital y del hospital a la puerta de su casa. Muy agotado el Negro Manuel al terminar se fue a dormir sin pasar por primera vez en mucho tiempo por donde el Tío Fili.

Cuando despertó se levantó como un rayo, y cuando terminaba de vestirse cantó el gallo. Salió de su casa para la casa de la Negra caridad, de donde su negra para el asilo, del asilo al orfanato, del orfanato al hospital, del hospital a la puerta de la casa de la Negra Caridad, de ahí cogió derecho para donde Tío Fili, tenía que contarle todos los avances con su negra.

Y de pronto ese trayecto se volvió en la rutina de todos los días del Negro Manuel.

- Mi negra, quisiera que de ahora en adelante caminemos tomados de las manos, como novios formales, aceptas.
- Acepto mi Negro.

La noticia corrió rápidamente por todo el pueblo, todas las mujeres sintieron nacer en su corazón el sentimiento de los celos, los comentarios no se hicieron esperar.

- Esa negra segurito lo hechizo.
- Definitivamente las que no se bañan tienen mucha suerte.
- Seguramente el negro lo lleva a la cama y ahí mismito la abandona.
- Esa negra se lo dio, es la única forma en que me explico que esos dos estén juntos.

Todas las mujeres del pueblo decidieron confabularse contra la Negra Caridad, y es que no era posible que semejante esperpento de mujer se llevará al mejor partido del pueblo, nadie sabía como se lo iban a repartir al pobre Negro Manuel, solo estaban seguras, que con la Negra Caridad no se quedaba.

- Mi Negra, ¿Cómo estás? Espero que muy bien a pesar del chisme que corre por ahí, y es que ese Negro Manuel sí es mucho desgraciado, ¡no!.
- ¿De que me está hablando tú?
- ¿Cómo es que no sabes lo que ya en este momento es vos populi?
- No, no lo sé.
- Pues lo siento pero no quiero ser yo la que te lo diga. Adiós.
- No se vaya, vecina, vecina!! VECINA!!

Una tremenda curiosidad carcomía a la Negra Caridad, tenía que averiguar que decían de su Negro Manuel, y cada vez la curiosidad crecía más y más, porque parecía que todas las vecinas sabían algo y ninguna le quería decir nada. Para salir de toda duda, la Negra decidió acudir donde la Negra Filomena, una mujer con la que toda la vida había tenido problemas y seguro estaría dichosa de contarle aquello que supuestamente la haría tan infeliz.



- Dime que es lo que todo el pueblo está comentando, que es aquello que me está haciendo el Negro Manuel, se que aunque solo sea por hacerme daño, tú si me lo contarás. ¿Qué se dice?.
- Muy sencillo, y obviamente es cierto.
- Déjate de tanto rodeo, ¿Qué se dice?
- Pues que el Negro Manuel está contigo para obtener tu favor, y una vez lo haya obtenido te dejará botada por ahí.

La Negra Caridad sintió que la furia subía a su cabeza y ahí se acumulaba más y más y sentía que iba a explotar, tenía que averiguar si era cierto y solo existía una fuente a la cual acudir el propio Negro Manuel.

- Negro, necesito hablar contigo, la gente anda diciendo algo que necesito saber si es cierto.
- ¿Qué cosa andan diciendo?
- Dicen que tú estás conmigo sólo para obtener mi favor, y que apenas lo obtengas me dejarás botada.
- Y tú que crees mi Negra.
- No sé que pensar, dime tú que debo pensar.
- Debes creer lo que tu corazón te diga, pero me duele mucho saber que no confías en mí, ya que de ser así no estarías aquí preguntándome a mí.
- Como quieres que confíe ciegamente, aún me faltan pruebas de tu amor.
- ¿Quieres una prueba de amor mía, pues perfecta te la daré? Hoy 3 de mayo de 1939 a la media noche me pararé en el centro de la plaza del pueblo, cerraré mis ojos y callará mi boca. No hablaré con nadie diferente a ti, no miraré a alguien diferente a ti, solo de ti recibiré alimento. Y así estaré hasta que el reloj de la plaza diga que es la medianoche del 3 de mayo de 1940. Hasta entonces.
- Deja de decir tantas locuras.

El Negro Manuel empezó a caminar hacia la plaza, llegó al centro de la misma cerró los ojos y silenció.
- Estás loco, yo mejor me voy. Adiós.

Durante los días siguientes una noticia sobre el Negro Manuel, esta vez verdadera empezó a rondar por todo Quebrada Honda.

- Es que no sabes, el Negro Manuel está parado en el centro de la plaza, no le habla a nadie no mira a nadie, y así pasará un año completo, todo por culpa de la Negra Caridad que no creyó en él.

A mil voces el Alcalde del pueblo gritaba:
- Se nos arreglo el turismo, todos querrán ver al Negro Manuel cumpliendo una promesa de amor.
- Que este hombre se convierta en un ejemplo para ustedes, feligreses de mi parroquia, el mismo modo Jesús se dejó crucificar por amor a nosotros - decía en su sermón el párroco del pueblo.

Pasó una semana desde que el Negro Manuel estaba parado en la mitad de la plaza.

- Ya déjate de esta tontería Negro, te creo, me has demostrado que me quieres, vámonos.
- Lo siento mi negra, te di mi palabra y si no la cumplo no tendrías por que confiar en mí. Aquí me quedo.

Poco a poco seguía pasando el tiempo y el Negro Manuel seguía de pie en el centro de la plaza a pesar de las lluvias, las cagaditas de pájaro, los curiosos que intentaban hacerle hablar, el alcalde y sus discursos sobre el turismo, los turistas que llenaban la plaza del pueblo y todas las peregrinaciones organizadas por el párroco del pueblo.

- Mi Negro por favor déjate de esto, no me tienes que demostrar nada, han pasado seis meses ya, estás muy flaco, tienes que descansar, vámonos ya, discúlpame por no creerte, por desconfiar de ti.
- Un año dije y un año será.

Llegó la época de tormentas, en la plaza no había peregrinaciones, turistas, ni siquiera curiosos, solamente el Negro Manuel y la Negra Caridad pidiéndole de favor que no se quedara ahí. Sus ruegos parecían no ser escuchados.

Tres minutos antes de la media noche del 3 de mayo de 1940 dos borrachines intentaban caminar hacia la plaza central, realmente tambaleaban por las calles. Una agitación empezó a escucharse mientras se acercaba a la plaza central, era todo el pueblo que quería iniciar una fiesta para celebrar que por fin el Negro Manuel cumplía su promesa de amor. Cuando iban llegando escucharon el grito al unísono de los borrachos que decían:

- Se nos murió el Negro Manuel, se nos murió el Negro Manuel.

Cuando todos llegaron vieron un bulto en el centro de la plaza, un charco de sangre escurriendo de él y a la Negra Caridad llorando sobre él.

- Se nos fregó el turismo - gritaba el alcalde - estuvimos a pocos minutos de convertir en célebre esta plaza. Se nos fregó todo.
- Este hombre es un santo, es justo beatificarlo, intentaré comunicarme con el Vaticano mañana a primera hora.
- Por que te moriste mi Negro Manuel. Pedóname.

Dicen que desde esa noche cada vez que aparece la luna llena, las parejas de enamorados que caminan por la plaza central escuchan un susurro que dice "¡¡Pedóname Negro Manueeeeeeeeel!! ¡Pedóname Negro Manueeeeeeeeel!!".

jueves, diciembre 07, 2006

Nada Particular (Miguel Bosé)

Hermosa canción pero además con mucho mensaje para pensar en los exiliados y en lo estúpido de la guerra!



Vuelo herido y no sé donde ir
con la rabia cansada de andar
me han pedido que olvide todo, en fin...
Nada particular

Una vida y volver a empezar
No te pido una patria fugaz
Dignamente un abrazo, en fin...
Nada particular

Canta y vuela libre
como canta la paloma
Canta y vuela libre
como canta la paloma

Dame una isla en el medio del mar
Llámala Libertad...
Canta fuerte hermano...
Dime que el viento
No, no la hundirá

Que mi historia no traiga dolor
que mis manos trabajen la paz
que si muero, me mates de amor
Nada particular...

Canta y vuela libre
como canta la paloma...Nada particular
Canta y vuela libre
como canta la paloma...Nada particular
Canta y vuela libre
como canta la paloma...Nada particular
Canta y vuela libre
como canta la paloma

Dame una isla en el medio del mar
Llámala Libertad...
Canta fuerte hermano...
Dime que el viento
No, no la hundirá
Llámala Libertad...
Canta fuerte hermano...
Dame una isla en el medio del mar
Llámala Libertad...
Canta fuerte hermano...
Dime que el viento
No, no la hundirá
Llámala Libertad...
Canta fuerte hermano...

El Otoño



Si algo me ha verdaderamente impactado de mi vida en Concepción, ha sido el Otoño. Con sus maravillosos colores, sus distintas tonalidad, y su permanente cambio, podías ver un árbol dos veces en el mismo día y estaba diferente.

Observar el pasto verde, cubierto de hojas amarillas provocaba revolcarse entre todas esas hojas. El único problema tal vez, el trabajo que implica estar constantemente retirando las hojas y saber que en breves momentos otra vez estaría a rebosar de hojas.

Pic-nic al más allá (Gonzalo Arango; poeta nadaísta)

Esa noche me invitaron a un pic-nic a la orilla del mar.

Recostado en un tronco con el cerebro lleno de humo, la lógica se hizo ceniza en la hoguera sagrada.

De repente sentí que la piel me abandonaba con una dulzura zozobrante y se incendiaba en una estrella, allá lejos.

Estaba fascinado con el prodigio.

Por mis venas no corría sangre, sino un éter seráfico que me aliviaba de la pesadumbre del cuerpo.

Cerrados los circuitos del pensamiento, volaba al infinito dentro de mí mismo, hacia Dios.

En algún momento me asaltó cierto terror relacionado con mi vida. Sentí que e m i g r a b a . . .

Un turbio sentimiento de culpa embargo mi alma por atreverme en los Enigmas.

Presentí, aterrorizado, que iba a suceder lo mismo con mi piel: una fuerza brusca, sobrenatural, me arrancaría de mí mismo para arrojarme al vacío.

Con un miedo impotente me aferré al tronco para evitar la caída, pero la madera empezó a crujir desintegrada, en un divorcio con mi cuerpo, como si la materia me hubiera desterrado de su realidad.

En el absoluto desamparo evoqué lo que más amaba, lo más bello que me retuviera de este lado del mundo: esa mujer, la turbadora promesa de su ternura sexual.

Fue inútil.

Nada podía alcanzarme en el vértigo de aquel abismo en que giraba lejos de la posibilidad humana.

Náufrago del cielo, perdido en el torbellino de las constelaciones, brizna de nada en la eternidad, era arrastrado por aquella marea de terror a un reino de luz espectral, en las ilimitadas orillas del no-ser...

Si mal no recuerdo, esa amarillez mística imitaba un cielo religioso en que la luz era beatitud.

Sin duda había muerto en la tierra. Esta evidencia se impuso con tal claridad que no tenía objeto rebelarme. Consentí mi muerte y ni siquiera podía recordarme como cuerpo.

Heme aquí despojado de materia, vago sin memoria en cielos vacíos.

¡Mi Dios, qué desiertos! Soledades puras... esa luz sin límites... sin distancias... en que me siento perdido.

No veo a Dios ni tengo esperanzas de encontrarlo.

Me pongo a buscar desesperadamente aquella mujer que amé en la tierra, de quien una vez más me vendría la salvación.

Esta ilusión gravita en mí como un destino.

Recorro todos los estadios de la eternidad: nada, ninguna presencia, ningún signo. Lo humano está ausente del mundo.

Oh dioses, ¿dónde ocultáis a los mortales?

La idea de que tendré que vivir toda la eternidad en esta ausencia, abruma mi alma con el peso de un exilio.

Siento la tierna y terrible nostalgia de la tierra, la sed de su jugos, el júbilo del ron alrededor de la hoguera, una cascada en el monte chorreando sobre una mujer desnuda, mi mujer en un campo de girasoles, una hamaca bajo las estrellas de Tolú, olor de campos arados, ríos de miel, de rocío, ¡oh, sí, la tierra, reino transparente de luz, de plenitud!

Cuando volví del más allá los alcatraces jugaban en las olas del inmenso loto, burbujas de sol en el aire.

La tierra era un sueño que despertaba de la pesadilla de Dios, y era verde.

La bendije.


Nota: el texto es contribución de Luisa Fernanda Ordoñez para sitio web de Gonzalo Arango

Fuente:

Obra negra. Santa Fe de Bogotá, Plaza & Janés, primera edición en Colombia, abril de 1993, pp: 184 - 185.

viernes, diciembre 01, 2006

El viaje al norte Parte 5/6 (Norte de Chile, 2006)

El recorrido turístico

El último día del Congreso, para el acto de clausura organizaron un tour por la primera región, para el mismo había que cancelar una módica suma de 2000 pesos chilenos, algo así como 3 ó 4 dólares. Bastante barato considerando que los buses arrancaron el recorrido a las 8 y 30 de la mañana y regresamos a las 3 de la tarde, que el precio incluía además una empanada y una bebida. Sin embargo, considerando lo temprano que salimos, nadie desayuno, y considerando todas las horas que estuvimos por fuera no me hubiera molestado pagar mil o dos mil pesos más si el paseo hubiera incluido un almuerzo. La verdad es que llegamos a Iquique muertos completamente del hambre, y hubiera sido peor si no hubiéramos dormido prácticamente la mitad del camino, hay que recordar que la noche anterior fue la de “Mi Cafetal”, es decir, la de la mayor y mejor trasnochada.

Cuatro buses íbamos buscando nuestro primer destino y cuatro conductores desconocían el lugar exacto a donde nos dirigíamos, de los encargados de los buses, sólo uno sabía el camino para llegar a nuestra primera parada y el iba en el tercer bus, la mayoría de nosotros los del clan, íbamos en el último, que siguió atrasándose cuando uno de los científicos invitados para las conferencias magistrales de Canada sintió las inclemencias de trasnochar, tomar cerveza y vino, y subirse a un bus donde finalmente terminó mareándose, nos detuvimos en el camino para que el descansara y finalmente junto con el encargado del bus, decidimos seguir sin él, cuando lo vimos presentándole a su acompañante todo lo que había comido la noche anterior, y no lo hacía literalmente hablando. Este evento nos atrasó, por lo cual perdimos de vista al resto de la flotilla de buses, el conductor pensaba que sabía a donde íbamos, pero como ya les dije sólo una persona en el tercer bus sabía exactamente a donde íbamos, por lo que terminamos llegando a un lugar diferente que el resto de vehículos.

Al darnos cuenta que estábamos perdidos, más de la mitad de las personas que iban en el bus empezaron a llamar a alguien en los otros buses para contarles lo que nos había pasado, y al parecer el primer bus había equivocado también la ruta, y los otros buses lo habían seguido por lo que acababan de llegar al destino luego de perderse y tener que devolverse también. Nos dieron las instrucciones y logramos llegar a la primera parada una “lobera”, así es, una zona de playas rocosas habitaba por miles de lobos marinos, todos empezamos a acercarnos hacia la gente de los otros buses, menos de la mitad estaba en las rocas, los demás estaban en la playa tomando fotos pero sin acercarse demasiado. Había varias posibles razones para explicar eso, nos habíamos demorado demasiado, y ya se habían bajado de las rocas, la mayoría de la gente estaba muy cansada para subir a las rocas, la mayoría consideraba peligroso subirse a esas peligrosas rocas podrían caerse y romperse la crishma, o podrían (y resultó que esta última era la verdadera razón) pensar que era asqueroso tocar todas esas rocas blancas de tan bañadas en guano de aves que estaban. En mi caso, como no estaba cansado, no me parecía peligroso y no me daba asco, subí y tomé muy buenas fotos de los lobos, de las rocas y de aquellos que no subieron.

Los “Monos Pintaos”, sí, así como lo oyen, o debiera decir, sí, aí como lo leen, esa fue la segunda parada. Era un lugar parecido a las líneas de Nazca, en el pleno desierto entre varias montañas varias líneas dibujaban cantidades de animales y otras cosas. Fue impresionante la cantidad de fotos que se tomaron en tan poco tiempo, la mitad de las personas en las fotos aparecían precisamente tomando fotos, algo similar a lo que sucede en una final de fútbol durante un penal en los últimos cinco minutos que lo define todo, y absolutamente todos los fotógrafos y no fotógrafos se ponen de acuerdo para tomar fotos sincronizadamente.

La última parada fue “Humberstone” (no estoy muy seguro de cómo se escribe, así que lo escribí como me sonó), se trata de un pueblo fantasma, fue creado para algunas minas que había en la zona y fue mejorado para… y se volvió famoso cuando…, se grabó una novela en el mismo. Se podrán imaginar, era un pueblo completo, con plaza, teatro, escuela, hospital, piscina, mercado y todo lo demás. Ahí se realizó el acto de clausura y posteriormente nos repartieron una Coca Cola en lata y una empanada chilena de pino.
Estuvimos recorriendo las distintas edificaciones que constituyen el pueblo desde el Hospital, hasta la Escuela, pasando por un Hotel, un mercado, la plaza principal,, claro no pudimos recorrer cada esquina; algunos sitios no fueron por todos visitados, por ejemplo, la Piscina o las mismas minas.


Ya más tarde con la barriga engañada, no realmente llena, regresamos a Iquique, para que el estómago no se dé cuenta de la hora todo el mundo iba durmiendo al regreso. Llegamos y lo primero que todos hicimos fue buscar comida, algo no muy pesado en mi caso y el de los colombianos del clan, por que habíamos contratado para el almuerzo que finalmente se transformó en la comida una bandeja paisa en “Mi Cafetal”.

El viaje de regreso

Poco a poco la gente empezó a regresar a Concepción, y al igual que ocurrió con el viaje de ida cada quien se iba por su lado, pero claro el que más varió su recorrido fui yo, ya que viajé acompañado en la ida y ahora para vuelta me iba sólo. En la ida tomé un bus en Concepción y otro en Santiago, en este caso, tome avión en Iquique hasta Copiapó, me dediqué a conocer esa zona dos días y después si me devolví en bus hasta Santiago y de ahí a Concepción.

El Desierto de Atacama


Al bajarme del avión creía que empezaba a llover ahí en pleno Aeropuerto Atacama, en pleno desierto, pero aunque había agua esta no alcanzaba el suelo, a pesar de eso hacía muchísimo frío, eran las cinco de la tarde y ya empezaba a oscurecer. Tomé un transfer que me llevó a Copiapó donde pasé esa noche en una hostal, no podía llegar de una vez a Bahía Inglesa por que por las elecciones en Colombia las personas que me recibirían estaban en Santiago votando. Conocí un poco de Copiapó esa noche, pero finalmente me acosté temprano, lastimosamente el lugar donde llegué no tenía Fox Sports en su programación de Cable, y claro el resultado fue que no vi ni las clasificaciones ni la carrera de Mónaco de Fórmula 1, y ya todos sabemos lo que pasó (bueno está bien, pocos saben, Schumi perdió la carrera y fue sancionado por dejar atravesado el auto en plena pista de Mónaco cuando llevaba el mejor tiempo de clasificación), definitivamente si no puedo ver una carrera como que a Don Schumi le va mal. Así que no debo perder otra carrera este año.

A la mañana siguiente seguí conociendo y caminándome Copiapó, nada espectacular pero el clima bastante agradable fue razón suficiente para caminar otra vez bajo un buen sol sin queja alguna. Más tarde almorcé y después tomé bus para Caldera, pueblo a 15 minutos de Bahía Inglesa a donde yo llegaría. Amancay de Atacama es una estudiante que tuve en Colombia, es mitad chilena, mitad colombiana, y sus padres me ofrecieron posada.

Margaret Mercado, estaba llegando por avión desde Santiago, antes que su marido Héctor Cepeda, quien venía por tierra acompañando un camión que traía parte de una mudanza desde Santiago, hace unos meses había muerto la madre de la señora Margaret, y había varias cosas que preferían llevarse de una vez para vender la casa que ya nadie utilizaba.

Caminé por todo Caldera, por el muelle, por el litoral rocoso, la zona de restaurantes, y más allá esperando que sea la hora de salir para Bahía Inglesa













No se pierdan la próxima y última parte, donde conozco la tercera región de Chile y finalmente regreso a Concepción

miércoles, noviembre 29, 2006

The Reason - Hoobastank

Esta es una de mis canciones favoritas en la actualidad, se las dejo en dos versiones video y acústica para que la disfruten tanto como yo!! Por cierto el video es genial!



I'm not a perfect person
There's many things I wish I didn't do
But I continue learning
I never meant to do those things to you
And so I have to say before I go
That I just want you to know

I've found a reason for me
To change who I used to be
A reason to start over new
and the reason is you

I'm sorry that I hurt you
It's something I must live with everyday
And all the pain I put you through
I wish that I could take it all away
And be the one who catches all your tears
Thats why i need you to hear

I've found a reason for me
To change who I used to be
A reason to start over new
and the reason is You [x4]

I'm not a perfect person
I never meant to do those things to you
And so I have to say before I go
That I just want you to know

I've found a reason for me
To change who I used to be
A reason to start over new
and the reason is you

I've found a reason to show
A side of me you didn't know
A reason for all that I do
And the reason is you


Casa Blanca, Ecuador



En mis vacaciones de diciembre de 2005 estuve en este lugar, por casi una semana! Muy bonito el lugar, cierto? Ese es mi Ecuador del alma!

En ese lugar se dió el primer encuentro entre el mar, mi sobrino y yo juntos!

sábado, noviembre 25, 2006

Que te vaya bonito

Ojalá que te vaya bonito
ojalá que se acaben tus penas
que te digan que yo ya no existo
y conozcas personas más buenas que te den lo que no pude darte
aunque yo te haya dado de todo
nunca más volveré a molestarte
te adore te perdí ya ni modo

Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma
cuantas luces dejaste encendidas yo no se como voy a apagarlas

Ojalá que mi amor no te duela
y te olvides de mi para siempre
que se llenen de sangre tus venas y conozcas una vida de suerte

Yo no se si tu ausencia me mate
aunque tengo mi pecho de acero
pero nadie me llame cobarde sin saber hasta donde la quiero

Cuantas cosas quedaron prendidas
hasta dentro del fondo de mi alma cuantas luces dejaste encendidas
yo no se como voy a apagarlas

ojala...que te vaya...
bonito...



Aquí un fragmento de la canción interpretada por un gran artista, lastimosamente tiene una pequeña desincronizaión entre audio y video, si lo descargan no tiene ningún problema.



Si quieres descargarte el video, da click derecho AQUI

La Jardinera (Violeta Parra)

Para olvidarme de ti
voy a cultivar la tierra;
en ella espero encontrar
remedio para mi pena.
Aquí plantaré el rosal
de las espinas más gruesas;
tendré lista la corona
para cuando en mí te mueras.

Para mi tristeza, violeta azul;
clavelina roja, pa’ mi pasión;
y para saber si me corresponde,
deshojo un blanco manzanillón;
si me quiere mucho, poquito o nada,
tranquilo queda mi corazón.

Creciendo irán poco a poco
los alegres pensamientos;
cuando ya estén florecidos,
irá lejos tu recuerdo.
De la flor de la amapola
seré su mejor amiga;
la pondré bajo la almohada
para dormirme tranquila.

Para mi tristeza, violeta azul;
clavelina roja, pa’ mi pasión;
y para saber si me corresponde,
deshojo un blanco manzanillón;
si me quiere mucho, poquito o nada,
tranquilo queda mi corazón.
Cogollo de toronjil
cuando me aumenten las penas;
las flores de mi jardín
han de ser mis enfermeras.
Y si acaso yo me ausento
antes que tú te arrepientas,
heredarás estas flores:
ven a curarte con ellas.

Para mi tristeza, violeta azul;
clavelina roja, pa’ mi pasión;
y para saber si me corresponde,
deshojo un blanco manzanillón;
si me quiere mucho, poquito o nada,
tranquilo queda mi corazón.





Para descargarte el archivo dale click derecho AQUI

jueves, noviembre 23, 2006

El viaje al norte Parte 4/6 (Norte de Chile, 2006)

"Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos." Martin Luther King

Soñar que estás volando es el símbolo de la libertad, este sueño ofrece buenos presagios. Simboliza nuestra inspiración y el deseo de trascender de lo común

La Odisea del Parapente

Miguel Hernández, por supuesto que desde luego que conoce a la Señora María (que no te acuerdas quien es la Señora María, pues la dueña del Hotel Plaza en Iquique). La recomendación que él me hizo fue llevar jeans o un buen pantalón, zapatos tennis, una chompa o “polerón”, la cámara digital era una posibilidad ya que al no ser nosotros los pilotos tendríamos arriba total libertad de movimiento.

¿Qué quién es Miguel Hernández?. Ah, claro todavía no lo he presentado, él es un enamorado de volar en parapente, lo conocí por que en el hotel había publicidad de “Fly Iquique”, para hispano parlantes “Vuela Iquique” y me antojé de hacerlo. Así que llamé al número telefónico de dicha publicidad y él fue quien me atendió.

Me contaba que el horario en el que se puede volar era más o menos entre las 11h00 y las 18h00, pero que él prefería en la mañana más o menos desde las 11h30 hasta 15h30, por el tipo de viento y la intensidad; ya que a otras horas podría implicar alguna posibilidad de riesgo para él o peor aún (desde mi punto de vista) su copiloto.

Mencioné a algunos de los del clan mi idea y Milton, ni corto ni perezoso, se decidió de una a acompañarme. Diana, MoniK y Katty se entusiasmaron con la idea, pero finalmente una sola se animó para la aventura, claro que esperó a ver nuestro resultado para decidirse. En todo caso, las tres estuvieron atentas de como nos iba desde "Mi Cafetal", lugar del que ya hablaré más adelante.


Por lo tanto, al día siguiente fuimos a las presentaciones en el congreso de la mañana y antes de pensar siquiera en almorzar fuimos a la playa donde caminamos un rato y fuimos a tocar el agua para ver que tan fría estaba el agua, ya que estábamos planeando ir a nadar al día siguiente, finalmente llegamos a la playa de “Cavancha”, más específicamente a la “Choza Bambú”, un restaurante que queda en la playa y que tal parece es el centro de reuniones de todos los amantes del Parapente en Iquique, pero además el lugar con unos jugos de mango en Leche deliciosos; Milton aprovechó para probar unas empanaditas una de camarón y otra de ostiones. Debimos esperar bastante tiempo, ya que antes de nosotros voló con unos gringos, y nos contó que las condiciones de viento nada que aparecían por lo que debía esperar un poco para despegar, además debió aterrizar en otra zona, ya que en principio si las condiciones de viento eran las ideales aterrizaría en la playa de Cavancha donde nos quedamos de encontrar a las doce del día.

Finalmente llegó casi a la 1 y media, además debimos esperar más tiempo, mientras llegaba el otro piloto con otro gringo. En ese momento, llamamos a unos radiotaxis para que nos llevaran al sitio desde el cual despegariamos, claro que parece que era el primer día de trabajo del operador telefónico, por que no sabía como entender la dirección a la que necesitábamos que llegará para recogernos, lo cual era difícil de entender, ya que era una dirección del estilo “Frente a la Tribuna de los Shyris” en Quito; o “junto a la estatua del Pibe Valderrama” en Santa Marta, o “en la puerta principal del Mall del Trébol” en Concepción.

Estuvimos conversando un poco durante el ascenso a la montaña del Dragón, Miguel parecía muy interesado en saber nuestra opinión sobre el debate entre Dios y Ciencia, y saber si éramos unos completos ateos científicos, y si teníamos alguna lógica arrolladora para enfrentar sus creencias, tema que deharé para otro día. Cuando llegamos al sitio del barranco de los parapentistas supe que estábamos llegando a un sitio llamado el Alto Hospicio, y mientras, recordaba lo que Francesca, una compañera de la asignatura de Oceanografía Pesquerías me había dicho “No vayas a la zona del Alto Hospicio, ya que por allá hubo una matanza recientemente”, llegaba a ese lugar. Claro, no sucedió nada, era un día muy soleado y los únicos en el lugar eran parapentistas, incluyendo uno que estaba recibiendo sus últimas clases de vuelo, y que hacía cortos vuelos, regresaba a la zona de despegue cada vez ya que el viento lo elevaba por encima de la zona donde nos encontrabamos, permanentemente estaba comunicado por medio de un micrófono inalámbrico.

Desde ese lugar se podía observar la zona por la que íbamos a sobrevolar en el parapente, desierto por aquí, desierto por allá, y un poco más allá un poco más de desierto, y al final de donde la mirada alcanzaba, se divisaba majestuosa Iquique, con sus edificios y casas. Veía a lo lejos y de tan lejos que estaba la gente ni buscándome me hubiera visto, no eran ni del tamaño de hormiguitas, así que me imaginaba como me verían ellos al verme volar a mí, ya los escuchaba diciendo “Es un pájaro, es un avión, no, es SuperPaúl”.

Mientras corría hacia el barranco recuerdo lo que me decía mi instructor, “si cuando estemos corriendo hacia el precipicio te caes, te tienes que levantar como sea, de una, casi sin pensarlo”, a diferencia de lo que vi que sucedió con Milton que rápidamente tomó altura, yo veía como se acercaba el barranco y nada que nos elevábamos. “Saltar o no saltar, esa es la cuestión”; después que Milton se elevó, yo demoré un poco en iniciar el vuelo, y la verdad, estaba tan cagado del susto, que la idea de renunciar y bajar en bus a la ciudad cruzó por mi cabeza y se quiso apoderar de mi voluntad, pero finalmente resistí y lo hice, salté

Mi vuelo duró aproximadamente 25 minutos, los primeros cinco fueron los mejores, sentirse capaz de volar, de dejar la tierra por un momento, es decir, dejarse de estar sobre una superficie firme y segura y dejarse llevar por las corrientes, algo total y completamente impredecible. Mirar como la montaña se alejaba cada vez más y más, y a cualquier lado que uno mirara arena y agua.

Luego por culpa de un pequeño error que cometí y que me habían advertido me mareé, me habían dicho que al usar la cámara digital no enfocará mi atención en la pantalla, que tomara las fotos sin mirar a que le estaba tomando, por que me podía marear, la explicación fue que cuando estábamos volando nuestro subconsciente seguía volando aunque concentráramos nuestro conciente, y esa descoordinación entre ambas nos mareaba, será cierto o no, sé simplemente que me mareé.

Los siguientes cinco minutos fueron malos por que de a poco me iba mareando, y hasta ganas de vomitar me dieron, ecordaba el juguito de mango en leche, simplemente empecé a mirar hacia todos lados y cerré después los ojos y el mareo pasó. Después otra vez fue disfrutar, mirar los edificios desde arriba y ver la gente, los carros que ya cada vez menos parecían hormigas, pensaba que podía aterrizar en el techo de alguno de esos edificios o lanzarme en alguna de las piscinas que me crucé.

El aterrizaje fue de lo más sencillo, simplemente colocar las piernas y casi caminar al llegar a tierra, y tener cuidado que una ráfaga de viento no nos fuera a elevar nuevamente. Al llegar volvimos a la Choza Bambú y nos tomamos otro juguito de mango en leche, esta vez con los pilotos. Caminamos de regreso y lo único en lo que podía pensar a pesar de no haber almorzado era en dormir. Por cierto, gracias a Dios no había almorzado.

Al día siguiente Katty se animó a seguir nuestro ejemplo. Nos encontrábamos almorzando en el cafetal un grupo grande de personajes incluidos MoniK, Pedro, Samuel, Milton, Diana, María José y Claudio, probando otros tantos sabores colombianos cuando don Miguel me llamó anunciando que estaba afuera esperando a Katty para llevarla al Alto Hospicio. Milton le prestó la cámara de fotos, pero lastimósamente la misma le alcanzó apenas para los primeros minutos de su vuelo. Miguel me preguntó que si la quería acompañar, no a volar sino hasta la playa, y yo acepté a pesar de la negativa inicial de Katty. Ya en Cavancha Miguel me entregó dos cosas, las llaves de su auto por si debía irlos a buscar en caso de que aterrizaran en otra playa y unos binoculares con los cuales podría disfrutar el paisaje y observarlos durante su vuelo.

Mientras ella subía al Alto Hospicio, me puse a caminar por la playa y enla Choza bambú me encontré con el director del programa de oceanografía, Wolfgang Schneider, disfrutando las maravillas del clima y de una cerveza fría, conversamos un momento sobre el clima y sobre como había sido estudiar en Santa Marta. Diana y Milton llegaron un poco más tarde, ya que con Milton habiamos decidido el día anterior nadar un poco en esa playa, mientras llegaban Katty iba aterrizando, y como traían mi cámara tomaron algunas fotos. Los otros que iban llegando eran unos niños en bicicleta, completamente maravillados al ver el parapente aterrizar corriendo al puunto de llegada y recibieron a Katty como una heroína, y desesperaban por tomarse una foto con ella y Miguel, ella, no paraba de sonreir.

Milton y yo, nos bañamos en las frías aguas chilenas, la temperatura del agua, creo que podría considerarse como el límite inferior de mi rango de tolerancia térmica, a pesar de eso, nadamos como media hora. Después de que Katty recuperó fuerzas comiendo y tomando algo y que Diana tomara un jugo y miles de fotos inventando muchas nuevas poses, fuimos de caminata por toda la playa, pasando por corrales de animales, acuarios de peces y yacarés, y terminamos en el casino de la ciudad; ahí nuestra suerte fue distinta Katty sin invertir un peso obtuvo ganancias, Diana perdió incluso más de lo que invirtió, yo gané como 1000 pesos, y en cambio Milton triplicó lo que invirtió.












Mi Cafetal

De la comida chilena me gusta que hay gran variedad de mariscos y pescados, pero la verdad la sazón no es muy variada. Por eso apenas nos enteramos los colombianos y yo, de “Mi Cafetal” un restaurante por las tardes y noches, y bar mucho más entrada la noche, nos parqueamos en el lugar repetídamente.

Probé dos platos que por estos lados, me refiero a Chile, nunca he probado; el arroz con pollo y la bandeja paisa, acompañado con agua ‘e panela. También probamos en ese lugar patacones y claro empanaditas bien aceitosas.

La noche que más tarde regresé a la casa, fue por que fuimos a “Mi Cafetal” ya cuando funcionaba en otro de sus ambientes como bar, bailé música colombiana como hace rato no lo hacía, creo que nunca disfruté tanto de los vallenato y de Ricarena (claro qyue estos son dominicanos) como esa noche. Allá estuvimos con Viviana Almanza, una colombiana a la cual conocía desde Santa Marta, está casada con Miguel Moreno otro colombiano muy amigo mio, ambos son biólogos marinos de la Tadeo, están viviendo en Puerto Montt, y de ellos lo que más recuerdo es su matrimonio, se casarón en la playa, y el intercambio de aros y los respectivos votos y “acepto”s los hicieron sobre un planchón que iba a la deriva en el mar, claro que como el planchón no era tan grande sobre él solamente iban el sacerdote, los novios y los padrinos; el resto de la gente los acompañaba con la vista desde la orilla. Fue el día en que estuvimos más persona reunidas en ese lugar, como prueba basta con ver las fotos.

Como siempre que salgo de “rumba”, “carrete” o “farra”, bailé como un trompo, y claro canté el 95 por ciento de las canciones; y no es que me sepa todas las letras si me las preguntan a cualquier hora, pero al sonar la música de alguna manera la letra de la canción brinca desde lo más recóndito de mi memoria hacía la punta de mi lengua y de ahí, da ordenes a mis cuerdas bucales.

De ahí la mayoría nos fuimos a dormir como a las 3 ó 4 de la mañana, pero no faltaron los que continuaron el carrete prácticamente hasta que el sol salió.

El tesoro

Este es otro poema nadaista de Gonzalo Arango, y definitivamente con el que me identifico muchísimo!


El tesoro

Si buscas el tesoro y lo encuentras
facilito, es un pobre tesoro.
Si renuncias a encontrarlo porque
está muy profundo, no mereces el tesoro.
Si lo buscas con amor y sacrificio,
tu esfuerzo es oro, aunque no encuentres
el tesoro.

Muerte no seas mujer (Gonzalo Arango - Poeta Nadaista)

Estás dormida a dos metros de mí.

En lugar de escribir me pongo a mirarte.

¡No hay nada que decir!

El silencio de una rosa en la noche da más testimonio de Dios que la teología, y tal vez tenga el secreto que la belleza de la palabra no puede nombrar.

Entonces me callo y te contemplo porque toda sabiduría es callada, y el éxtasis es superior al conocimiento. Y a lo mejor es verdad que la vida no es sino un cuento narrado por un idiota, como dijo Shakespeare.

Dudo ahora que exista una belleza superior a verte ahí, como una tentación, con los ojos cerrados, olvidando el mundo y olvidada de él, siendo yo el único ser y tu único testigo ante la vida y el tiempo.

Tu sueño te aleja de mí, pero yo te poseo más plenamente. No estás en mis brazos, pero tampoco estás en el tiempo, y es en ese rincón de la eternidad donde me reúno contigo, en una esencia tan total que nada puede separarnos: ni la pasión, ni los días, ni el recuerdo, ni el nocturno canto del búho, ni el horrible despertador de las 5 de la mañana.

Aunque quise despertarte para sentir la voluptuosidad de tus besos, de tus uñas que me confunden con una guitarra, ese placer insólito de ver animarse por el ardor de tu cuerpo toda mi materia espiritual adormecida por el razonamiento, elegí tu respiración inocente que te unía más a mí que las palabras, tus viles palabras que nos hablan del paso a la vida, y de que todo tiene un comienzo y un fin.

Entonces te abandoné para que al menos en tu corto sueño nunca te separes de mí, y así poder disfrutar por un momento esa imagen imposible y anhelada del amor eterno.

Te miro y me lleno de piedad porque vas a morir, y no soy Dios para impedirlo.

Enciendo un cigarrillo y medito si hay justificación de vivir. Estás viva, es la única razón, y si mi amor tiene una esencia se reduce al deseo de hacerte inmortal , y a la desesperación de este deseo.

¡Qué silencio tan puro!

Te quiero recordar, mientras duermes, que no olvides este mundo. Mas allá de tu sueño está la noche con sus pilas de estrellas, algunos grillos que cantan y el canto turbador del búho.

A veces me gusta imaginar este búho como un espíritu santo que baja del cielo a no dejar hundir el universo en las tinieblas, y a sostener con su canto la presencia infinita de la vida, mientras los hombres duermen, olvidan o se cansan de vivir.

Nada más que la noche, amor mío, y yo en ella, infinitamente grande para mí, tan espléndida para bendecirla o cantar yo solo su fastuosa belleza, el viento encima y la tierra debajo y la oscuridad en todas partes. La relativa luz de las estrellas agregando otro enigma a su insondable misterio, los soles negros y el canto de la rana en la piedra del lago con sus ojazos desmesuradamente abiertos al terror.

De pronto tengo la sensación angustiosa de que estoy perdido entre estas presencias fantásticas, los vastos territorios del cielo, el negro silencio nocturno, la rara melodía del grillo, el ganso en su aullido, el solemne reposo de todo lo viviente… Y miedo de mi vida algo fugitiva entre estas cosas menos importantes que yo, pero más imperecederas.

Entonces todo me parece absurdo, efímero, acosado por la muerte, y corro a despertarme para gozar en ti el minuto de vida que me queda, sentir el roce de tu piel, bañarte con el sudor del verano, sofocar el silencio y la quietud, y decirte que toda la ilusión de mañana es este instante en tus brazos a la orilla de la dicha.

Si ahora desaparecieras todo quedaría vacío. Con tu sueño las cosas de nuestro alrededor se han sumido en la indiferencia, pero no han muerto . Solamente se callaron para no despertarte.

Yo también temo deslizar esta pluma sobre el papel para escribir que te amo. Pero, ¿qué necesidad de decirlo si toda la alegría y la paz del mundo me vienen de tu sueño? Y como todo lo has olvidado, también a mí que muero en tu sueño, me dejas en la más pura libertad de amarte, con una libertad tan absoluta y sin peligro que no pueden distraer tu pensamiento, ni los deleites animales, ni el pito del tren, ni el brillo de la luna, ni el dolor del mundo, ni mucho menos el poderoso y ardiente amor que te crucificó en la adolescencia.

Te quiero así, en esta soledad de los dos, unidos por el deseo y el miedo, presos en esta dulce sensación de eternidad, en la que sueñas y olvidas, y apenas te queda memoria para lo que no debe morir.

Y prefiero tu olvido absoluto porque el recuerdo quiere decir que permites al tiempo abrir tumbas en nuestro amor.

Quédate donde estás, en el puro equilibrio de la noche y el día, en la nada de tu sueño feliz que es la otra cara del cielo, ese cielo invisible a todos, menos a mí.

Ese cielo, en fin, ombligo o taberna para la embriaguez de los dioses que fueron condenados a la desesperación, cruz de tu carne donde me purifico, me santifico, me emborracho de amor para alcanzar el exilio de la pobre mente humana, y donde al perderme me salvo por una rara sensación de locura divina.

No tengo otro argumento para despertarte, amor mío, y no sé si debo separarte de esta nueva dimensión de tu amor en que eres mía más allá de la muerte.


Nota: el texto es contribución de Luisa Fernanda Ordoñez para el sitio web dedicado a Gonzalo Arango

martes, noviembre 21, 2006

lunes, noviembre 20, 2006

Cambia

Este es un mail que hace un tiempo envie a mis amigos en Colombia, y posteriormente a los de Chile.

Si les gusta por lo menos la centésima parte de lo que a mi me gusto, entonces les habrá fascinado.


Cambia

Pero empieza poco a poco, porque la dirección es más importante que la velocidad.
Siéntate en otra silla, al otro lado de la mesa.
Más adelante, cambia de mesa.
Cuando salgas, procura andar por el otro lado de la calle. Después cambia el camino, anda tranquilamente por otras calles, observando con atención los lugares por donde pasas.
Toma otros autobuses. Cambia por un tiempo el estilo de las ropas; da los zapatos viejos y procura andar descalzo durante algunos días, aunque sea dentro de casa.
Dedica una tarde entera a pasear libremente, oír el canto de los pájaros o el ruido de los coches,
Abre y cierra los cajones y puertas con la mano izquierda.
Duerme en el otro lado de la cama. Después, procura dormir en otras camas.
Mira otros programas de TV, lee otros libros, vive otros romances aunque sea en tu imaginación.
Duerme más tarde. Duerme más temprano.
Aprende una palabra nueva cada día.
Come un poco menos, come un poco más, come diferente: escoge nuevas salsas, nuevos colores, cosas que nunca te atreviste a probar.
Almuerza en otros lugares, ve a otros restaurantes, toma otro tipo de bebida, compra pan en otra panadería.
Almuerza más temprano, cena más tarde, o viceversa.
Prueba lo nuevo cada día: el nuevo lado, el nuevo método, el nuevo sabor, la nueva manera de hacer algo, el nuevo placer, la nueva posición.
Elige otro mercado, otra marca de jabón, otra pasta de dientes.
Toma tu baño en otros horarios.
Usa bolígrafos de otros colores.
Ve a pasear por otros lugares.
Ama cada vez más, de maneras diferentes. Aun cuando pienses que la otra persona puede asustarse, sugiere lo que siempre soñaste hacer, a la hora del sexo.
Cambia de bolso, de cartera, de maletas, compra nuevos lentes, escribe otras poesías.
Abre una cuenta en otro banco. Frecuenta otros cines, otros peluqueros, otros teatros, visita nuevos museos.
Cambia. Y piensa seriamente en conseguir otro empleo, una nueva ocupación, un trabajo más parecido a lo que esperas de la vida, más digno, más humano.
Si no encuentras razones para ser libre, invéntalas: sé creativo.
Y aprovecha para hacer un viaje modesto pero largo, y si es posible, sin destino.
Experimenta cosas nuevas. Cambia nuevamente. Cambia de nuevo. Prueba otra vez.
Conocerás ciertamente cosas mejores y cosas peores de las ya conocidas, pero no es eso lo que importa.
Lo más importante es el cambio, el movimiento, el dinamismo, la energía.
Sólo lo que está muerto no cambia, y tú estás vivo.

viernes, noviembre 17, 2006

Quienes son los papás del Chapulín Colorado?

Si te interesa saberlo sólo dale click al video!!



La risa remedio infalible!!

One Tree Hill 2



Esta frase es del episodio de One Tree Hill 4x04 - "Can't Stop This Thing We've Started" - "Sin poder detener esto que hemos empezado".

Hay un momento en que toda vida se sale de su curso.
En ese momento de desesperación, debes de escoger tu dirección.
¿Lucharás para seguir en el camino? ¿U otros te van a decir quién eres realmente?
¿O tú mismo te pondrás una etiqueta? ¿Estarás orgulloso con tu elección?
¿O te aferrarás a tu nuevo camino? Cada mañana escoges seguir adelante.
O simplemente renunciar.

Llega un momento en que cada vida se sale de curso
En ese momento de desesperación, ¿quién serás?
¿Bajarás la guardia y hallarás consuelo en quien no esperabas?
¿Hasta dónde llegarás?
¿Te enfrentarás con valor a tus mayores miedos?
¿Seguirás adelante sólo con fe?
¿O sucumbirás a la oscuridad en tu alma?



Y para completar el asunto, va una segunda frase, esta del Episodio #306: "locked hearts and hand grenades" - "Corazones asegurados y granadas de mano"

“Desde la noche que sobre mí se cierne, negra como el abismo de polo a polo, doy gracias a los dioses, sean cuales sean, por mi alma inconquistable. En la garra de las circunstancias no he parpadeado ni he gritado. Bajo los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero firme. Más allá de este lugar de ira y lágrimas no se vislumbra más que el horror de la sombra, y aunque la amenaza de los años me encuentre, me encontrará, a mí valiente. No importa lo estrecha que sea la puerta, lo cargada de castigos la sentencia. Soy el dueño de mi destino. Soy el capitán de mi alma.”William Ernest Henley, de su poema "Invictus"

jueves, noviembre 16, 2006

El viaje al norte Parte 3/6 (Norte de Chile, 2006)

La calle Baquedano

El Hotel quedaba en la Calle Baquedano, una calle peatonal que incluía una zona a modo de una acera en madera, unas estatuas de sal bastante abstractas, unas fuentes de agua y postes de luces con banderas de Chile y de la China, ¿que por que banderas de la China?, por el alcalde de Iquique el “Choro” Osoria actualmente enfermo y totalmente populista por lo cual busca siempre el apoyo de los muchos chinos que en alguna época eran esclavos en la zona, en todo caso el “Loco” Osoria se creía el dueño de la ciudad y de las calles, la Señora María nos contaba que la Sala de Té que ella tenía dentro del Hotel y para el cual acomoda sillas y mesas en la calle le fue clausurado por orden del cabildo, lo mismo sucedió en su momento con todos los negocios con excepción de aquellos cuyos dueños eran amigos de, o eran el mismísimo “loco”; por la misma calle cruza un tranvía que solamente funcionaba entre nueve y doce de la mañana y pasadas las cinco de la tarde, siempre y cuando hubiera pasajeros dispuestos al paseo, sólo lo ví funcionando una vez, al final del paseo, haerlo sabido antes y organizaba "guachafita".

El Congreso de Ciencias del Mar

La organización del Congreso personalmente en cuanto a la parafernalia acompañante (actos de inauguración y clausura, cóctel, maleta, tour por la región), me pareció bastante bueno, se podría mejorar varias cosas, especialmente en lo que a la comida que servían se refiere, quiero decir por el tipo de comida que sirvieron durante la semana, pero principalmente por la forma en que sirvieron los bocaditos durante el cóctel, en el cual incentivaban un comportamiento entre la gente similar al frenesí alimenticio de los tiburones, salían de la zona de comida y era un milagro si podían dar 10 pasos y conservar algo en sus bandejas, inmediatamente aparecían eran completamente saqueados.

El otro gran inconveniente tuvo que ver con el llamamiento para la Foto Oficial del Congreso, en la cual muchos de nosotros no pudimos estar por que seguíamos en una de las presentaciones que llevaba algo de retraso, sin embargo, la hora de la foto fue programada cuando aún no terminaban las charlas, lo cual personalmente me parece una completa ineptitud por parte del comité organizador; eso motivó a que nosotros (miembros del clan, excluidos de la foto) nos tomáramos después nuestra propia “Foto Oficial”, la cual por supuesto, aquí coloco (es más, si le dan click, nos podrán ver más de cerca).


El real problema del congreso, pero ese problema lo han tenido el ciento por ciento de los congresos a los que he asistido, es un total incumplimiento de los tiempos de cada conferencia. La presentación y el tiempo de preguntas fueron quince minutos, fueron varias salas y cada quien debe organizar a que presentaciones quiere asistir, pero como los tiempos de las mismas no se cumplen uno puede perderse varias presentaciones, sumándose a esto el otro problema, en este caso es que los ayudantes de cada sala tenían orden de que no dejarán entrar a nadie a una sala una vez hubiera empezado una charla y sólo se volvían a abrir las puertas cuando se escuchaban los aplausos al fin de la presentación o cuando uno de sus profesores era el que intentaba ingresar.

Pero bueno, la verdad sea dicha, no ingresé a demasiadas charlas, de los tres días fue el primero en el que más juicioso estuve, los otros dos días por la tarde asistí a un total acumulado de cero presentaciones, y es que en ambos casos la playa y el parapente se interpusieron en mis intenciones de ir a las charlas, pero tal y como respondía a la pregunta que varios me hicieron, ¿tú, a que viniste a un congreso o de turismo?, ahora les respondo a ustedes, “yo, vine de turismo, con la excusa de presentar un póster”.

Del Chumbeque a la Zofri

El Chumbeque, un dulce que era casi obligatorio probar estando por allá, venía en varios sabores (mango, maracuyá, chocolate, guayaba, naranja) y presentaciones. Bastante sabroso, pero iba apenas empezando y ya estaba empalagado y bastante hastiado de cuán dulce era. Y es que yo no soy muy dulcero, o ¿si lo soy?; creo que como bastante dulce en ciertas épocas, pero de manera súper selecta; no como cualquier postre, prefiero las fresas con crema o duraznos en almíbar; no saboreo cualquier pastel, me gusta el pie de manzana o el de chocodurazno; no degusto cualquier helado, me fascina los de vainilla y de ron con pasas; no elijo cualquier caramelo, me gustan los white rabbit y su papel de arroz, los ferrero con su cobertura de coco, los huevitos con su relleno de marrasquino, y las gomitas; hasta entre los chupetes tengo mis preferencias, me encantan los Bom Bom Bum (¿saben ustedes cuales son?); pero especialmente me fascinan a morir los Tic Tac, tanto así que en Bogotá por muchos años siempre tuve una cajita en mi bolsillo, y una de mis grandes amigas (Paula Andrea Castillo Torres) me preguntaba, "te suenan hoy tus bolsillos, mi Poli", a lo que yo le respondía, "Claro, mi Paulis" mientras hacia sonar los Tic-Tac en su cajita. Pero bueno insisto, yo soy muy selecto, en todo (¿en todo?, sí, en todo!), además, creo que soy más repartidor de dulces, que come dulces.

Dentro de Iquique pudimos visitar la Universidad Arturo Pratt junto con Samuel, quien había estudiado allá, por lo tanto, conocía a la gente, tanto así que por todos lados alguien lo saludaba, especialmente cariñosos fueron todos aquellos del personal administrativo de la U, tal y como me imagino que a mi me sucedería en la Tadeo en Santa Marta, donde creo me saludarían todas las secretarias, los jardineros, porteros, la gente de laboratorios y biblioteca, estudiantes no tantos, por que los que estén entonces, no serán los mismos de hoy en día, que son los que a mi me conocen y a mi me quieren. Algo más que me recordó a mi Tadeo fue la sensación del choque térmico al entrar a la biblioteca, cuando de la zona cálida al aire libre, se ingresa a un sector con aire acondicionado.

Luis González Zenteno, escritor iquiqueño, por ejemplo, en una mirada sobre el habitante del norte de Chile dice: “Arica es tranquila; Iquique, desenfrenada; Antofagasta, circunspecta. En la fineza ariqueña hay muchas gotas de sangre peruana; en el desenfadado iquiqueño, la muestra inconfundible del cosmopoliticismo, y en la gravedad antofagastina, el orgullo de las grandes capitales, en que el traje de etiqueta empieza a ser una necesidad. Empero, hay un nexo común que las une: el embrujo del páramo”.

En Iquique también hay una gran zona comercial, por ser puerto libre se encuentra la Zona Franca, de cariño la gente le dice “la Zofri”, y también hay un mall; se los describiría con más detalle pero aunque parezca increíble creo que fui el único de los asistentes al congreso que no estuvo ni una sola vez ni en el Mall, ni en la Zofri.

Los mil y un sabores de Iquique

En cuanto a mi paladar disfruto bastante, no solo en cantidad de productos sino incluso en sazones, ya que dos días en Iquique “almorcé” en un restaurante colombiano del cual hablaré más adelante, en el mercado, varios restaurantes y otros lares.

El primer día almorzamos en el mercado, fuimos con Samuel y Diana, pero allá nos encontramos con otra gente proveniente de Concepción, incluidos dos profesores que me dieron alguna charla el año pasado Ricardo Galleguillos (Genética y Biotecnología) y Eduardo Tarifeño (Fisiología). A un buen precio pude comer el primer pescadito del viaje al norte, la elección fue una reineta. En el Mercado encontramos varios productos a precios interesantes;

jugo de mango en leche, dependiendo el local 400 ó 1000 pesos,
un plato de reineta con papas fritas y arroz, 2800 pesos,
paila marina (intento de cazuela de mariscos, pero claro sin el platano verde, lo cual ya le quita toda posibilidad de espesar), 2900 pesos,
un mango verde con sal, ... no tiene precio.

La noche que llegamos, como ya antes había mencionado fuimos a casa de Pedro, él nos sirvió entre otras cosas unas empanaditas de pulpo, y unas bandejas de pejerey, unos pescaditos pequeñitos que se dejan en limón varias horas antes de servirse y se comen cual bocaditos. Comimos mucho. Al salir de casa de Pedro esa noche, nos persiguió una procesión de perros, quiero pensar que era por que había una perra en celo en algún lado y no por todo el pescado, carne y pollo que comimos esa noche.

Casi siempre pedí pescado en los lugares en que comí, así saliera un poco más caro, y es como le dije a mucha gente, viajé por tierra, por lo tanto dejé de gastar plata, lo menos que puedo hacer es usar esa plata en mejores manjares y placeres a la hora de comer.

El evento sin embargo, más cómico a la hora del almuerzo, lo protagonizó Claudio. El día que fuimos a la Universidad Arturo Pratt, él tenía que almorzar algo apurado por que tenía una reunión un poco más tarde, así que comimos en un restaurante al paso, yo pedí Albacora; en tanto que, Diana, Samuel y Claudio prefirieron pedir pollo, no sin antes averiguar que presas ofrecían, la camarera dijo que tenían pernil o pierna, a lo que a Claudio le surgió la duda si esa presa incluía pierna y contrapierna, por lo que preguntó en que consistía la pierna, que si era completa o no?, a lo que la muchacha que obviamente era novata, salió con una novatada, se señaló sus propias caderas, empezó diciendo “va de aquí” y mientras pasaba sus manos por sus propias piernas terminó diciendo “hasta aquí” lo cual coincidió al terminar de mostrar sus piernas, a lo cual Claudio algo sonrojado respondió “quiero esa presa”, Samuel, Diana y yo, no podíamos de la risa pero nos contuvimos, la muchacha se dió cuenta de lo que acababa de hacer y decir y convirtió su cabeza en un letrero ambulante de "Pare" rojo en todas sus diversas tonalidades carmín, ketchup y todos los que se les pueda ocurrir, todos, menos el rojo pasión.