miércoles, marzo 26, 2008

El enigma Saint-Exupéry


22 de Marzo de 2008 -

El enigma Saint-Exupéry

En el capítulo segundo de El Principito, el narrador, Antoine de Saint-Exupéry, cuenta que sufrió un percance aéreo: el motor de su avión tuvo un desperfecto y debió aterrizar en el desierto del Sahara. "Era cuestión de vida o muerte", dice. Allí encuentra a un curioso hombrecito procedente del asteroide B612, que será el protagonista de su archifamoso relato.

El 31 de julio de 1944, un año después de escribir la obra en un hotel de Nueva York, Saint-Exupéry atravesó una nueva emergencia aérea. Sobrevolaba el Mediterráneo como miembro de la patrulla de reconocimiento de la Fuerza Aérea Francesa en plena II Guerra Mundial cuando su avión sufrió un percance, no demasiado lejos del desierto del Sahara y muy cerca de la costa de Toulon. La circunstancia resultó fatal: el aeroplano, con su solitario ocupante, se precipitó al océano y provocó la muerte de este escritor y piloto de 43 años, cuya fábula ha sido traducida a 180 lenguas del mundo y leída por cuatro generaciones de niños y adultos.

¿Qué causó el accidente del célebre novelista? ¿Una avería? ¿Mal tiempo? ¿Fue un suicidio? ¿Un infarto? ¿Acaso no cayó al mar y optó por huir a algún sitio, donde se refugió en el anonimato? Estas preguntas asaltaron durante años a quienes caían seducidos por lo que se llamó "el enigma de Saint-Exupéry". Algo se aclaró en 1999, cuando un pescador halló el brazalete del escritor en aguas de Marsella. No, el autor de El Principito no había escapado hacia algún destino ignoto, sino que había muerto en el mar. ¿Pero cómo? En el 2003 se produjo otro hallazgo: trozos de un avión que resultó ser el suyo en el fondo del Mediterráneo francés.

Solo ahora, 64 años después, el misterio se ha despejado del todo. Horst Rippert, un alemán que peleó en la Luftwaffe de Hitler cuando tenía 20 años, confiesa haber atacado y derribado el avión de Saint-Exupéry. "La mañana era preciosa, soleada", cuenta en un libro que salió a la venta esta semana. El entonces piloto nazi divisó un avión francés de combate, lo alcanzó, se situó detrás de él y lo abatió. En ese momento ignoraba que era el de Saint-Exupéry, pero las publicaciones realizadas en la posguerra le permitieron saber quién había sido su víctima. Ahora ha decidido contar que él dio muerte a Saint-Exupéry.

A juzgar por la trascendencia inmortal de la obra del francés, sin embargo, este podría decir, como el Principito: "Parecerá que me he muerto y no será verdad".



Tomado de El Tiempo

sábado, marzo 22, 2008

BONITA - Andrés Cabas

Aquí el más reciente éxito de Andrés Cabas. Dedicado a su esposa, por su reciente matrimonio. El video puede parecer no tener mucho que ver, hasta saberse este hecho. Disfrútenlo.



Ya no quería nada, mi alma estaba herida,
Ya no sentía nada, que no fuera dolor,
salí a buscar problemas, por que no creía,
no creía en nada, ni siquiera en el amor.

Hasta que apareciste, con tu fantasía,
Y me pediste que cantara esa canción
que tanto te sabias, y yo te dije:
Pasa la noche conmigo, bonita,
yo te haré canciones, y versos de amores,
y no quedarán dudas, ni dolores,
en nuestros corazones, pasa la noche.
Y quédate mañana todo el día.

No me quedaba nada, más que una honda herida
Que no cicratizaba y fumaba mi razón
Pero escuche el sonido, del cielo que se abría
y tú aparecías, y mi vida cambio.

Hasta que apareciste, con tu fantasía,
Y me pediste que cantara esa canción
que tanto te sabias, y yo te dije:
Pasa la noche conmigo, bonita,
yo te haré canciones, y versos de amores,
Pasa la noche conmigo, bonita
O múdate cerca y así me visitas,
y no quedaran dudas, ni dolores,
en nuestros corazones, pasa la noche.
Y quédate mañana todo el día.

Desde esa noche eres mia mi amor
Siempre serás mi bonita mi amor
Para nadie es un secreto
Pasa la noche conmigo bonita
Pasa la noche conmigo bonita
Pasa la noche conmigo bonita