jueves, febrero 02, 2012

Siempre es de noche (Alejandro Sanz)

Siempre fue mi canción favorita de Alejandro Sanz, pero apenas ahora supe el porqué.

Lo siguiente es lo que comenta el mismo Alejandro sobre la canción. Recuerden leer la letra con antención, y entenderán por que es tan maravillosa. El principio es lo que le cuenta el amigo, y después él (Alejandro) se presenta como un testigo por casualidad.

Un abrazo

Se que la disfrutarán tanto como yo!



Siempre es de noche

Como cada fin de semana, pedía que me llevaran a visitar a un buen amigo porque la verdad me contagiaba con sus ganas de vivir, era una recarga de energía el estar cerca y hablar con él. Sólamente que esta vez me tenia preparada una sorpresa, me salió con una historia casí sacada de un cuento surreal, donde me platicó que lo había estado visitando una joven enfermera, y ésta a su vez, quedó impresionada con la personalidad de mi amigo y con la profundidad de los temas que tocaba. Tenía esa capacidad de inventar y destruir con agrado y con palabras a la luna, al sol, y a todo lo que se le ocurría en la mente, sino fuera porque es invidente cualquiera pensaría que esta algo demente. Lo que no le he dicho y nunca le pienso decir, es que también yo soy invidente pero no de nacimiento como él, alguna vez tuve la oportunidad de lavarme los ojos con la luz del sol y secarmelos con el manto estelar. Hechas estas aclaraciones, voy a contar cronológicamente los hechos sucedidos. En su fantástica historia mi buen amigo le dice a la joven:



Cuéntame cómo va cayendo el sol.
mientras hablas pensaré:
qué guapa estás, qué suerte ser
la mitad del cuento de un atardecer
que observo al escucharte,
porque mis ojos son tu voz.

Acércate, que cuando estemos piel con piel,
mis manos te dibujarán,
tu aroma me dirá tu edad
.
y junto a ti, unidos sin saber por qué,
seguramente se me note
el resplandor de una ilusión,
porque a tu lado puedo olvidar...
Que para mí siempre es de noche,
pero esta noche es como un atardecer,
si logras que a la vida me asome,
tus ojos sean los que brillen.
y la luna que la borren
que en mi eterna oscuridad
el cielo tiene nombre: tu nombre.
qué no daría yo por contemplarte
aunque fuera un sólo instante.
Hace frío. es tarde y tienes que volver,
que alguien que te espera, seguro.
una vez más el tiempo se nos fue.
¿volverás?, dime si mañana volverás
como lo has hecho cada tarde,
para contarme cómo muere el día.
Y se marchó, ella se alejó de él.
pero como en las cartas ...: dos puntos, posdata,
se me olvidaba, no me presenté.
sólo fui testigo por casualidad,
hasta que de pronto, él me preguntó:
era bella, ¿no es verdad?

"más que la luna" -dije yo-, y él sonrió.
Nunca más se hará reproches
por intentar amanecer.
no volverá a perderse en la noche,
porque su alma hoy brilla con más fuerza
que un millón de soles.
pero, en su eterna oscuridad,
a veces se le oye a voces:
qué no daría yo por contemplarte,
aunque fuera un sólo instante.
...por intentar amanecer.
no volverá a perderse en la noche,
porque su alma hoy brilla con más fuerza
que un millón de soles.
pero, en su eterna oscuridad,
a veces se le oye a voces:
qué no daría yo por contemplarte,
aunque fuera un sólo instante.
Qué no daría yo por contemplarte,
aunque fuera un sólo instante

Memento vivere

“Memento vivere”, se podía leer en algunas inscripciones de antiguos relojes de sol. Acuérdate de vivir. Cuando veas pasar el tiempo inexorable, arrastrado por el sol de estos días inciertos, acuérdate de lo que queda pendiente, de la obligación de perseguir los sueños, de las ventanas abiertas.

Acuérdate de vivir pretende mirar al futuro, un futuro que no es mera conjetura, que no se lee en la borra del café, que no es el destino trágico e inalterable que escribieron dioses caprichosos. Es un futuro donde se rompen los espejismos, en el que estallan los oxímoron, en el que el desempleado encuentra trabajo y redención, un futuro que se cuela por la ventana en forma de susurro, o que encontramos en un papel escrito en la cocina, en el que los ángeles vuelven a ver arder las calles, en el que en la pared de enfrente alguien escribe un saludo de paz, un buenos días.

Y para ver el futuro hacemos repaso de las cicatrices, de todo lo que fuimos, empleamos la memoria como herramienta cargada de poesía, como el último patrimonio inviolable que nos ayuda a ser más libres. Y, aunque la desatendamos de cuando en cuando, recordamos la obligación de ser felices, de trazar nuestro propio camino.

Aunque la ciudad a veces parezca Fort Apache a punto de claudicar, aunque a veces tu pena exhale un perfume muy dulce y se apaguen los cuerpos, acuérdate de vivir. En este mundo de emergencias rutinarias es indispensable recordarlo. A pesar de que el reloj consuma nuestras horas y el tedio congele nuestros sueños. O por eso. Memento vivere.

ISMAEL SERRANO